Cada vez que comprábamos huevos, nos preguntábamos lo mismo: ¿serán realmente frescos?, ¿qué estamos llevando a casa?

Ese pequeño gesto —detenernos a pensar antes de comer— nos abrió un mundo. Descubrimos lo difícil que era encontrar alimentos simples, naturales y de verdad frescos. Y ahí entendimos que no queríamos conformarnos… ni para nosotros, ni para nadie.

Por eso decidimos emprender. Queríamos crear una forma más honesta de acceder a alimentos que cuiden el cuerpo y la tranquilidad. Empezamos por lo esencial: el huevo, un alimento cotidiano que merece ser tan real como su nombre.

Hoy, Clara es nuestra manera de compartir esa búsqueda: llevar huevos frescos de granja a quienes valoran lo natural, lo simple y lo bien hecho.

Porque comer mejor empieza por informarse… y por elegir con conciencia.

Clara. Frescura sin escalas.